martes, 27 de octubre de 2009

¿Por qué en la adolescencia?

Es una etapa esencialmente de cambios en cuerpo y mente, donde el adolescente pasa de niño a adulto. Se llama adolescencia por que se presenta en jóvenes de que están en la búsqueda de su identidad y de su propia definición como individuos inmersos en la sociedad y a menudo se preguntan ¿Quién soy? y aun no tiene la certeza o la idea de lo que son y lo que quieren.






ADOLESCENCIA

Se le llama adolescente a los chicos y chicas que han dejado atrás la pubertad, pero que les falta aun maduración física y psicológica. Están entre los 12 y 21años, este parámetro puede variar, ya sea porque hay diferentes criterios en cada país para denominar a alguien como adulto, por la cultura en que el adolescente vive, por causas sociales que propicien su maduración de manera temprana, incluso esta maduración varía entre los mismos jóvenes, según sea el contexto en que se desenvuelvan y por sus características físicas
Es una etapa en la que se forman las relaciones sociales y se adquieren destrezas intelectuales y físicas que perdurarán para toda la vida.





Cierto es que en la adolescencia, se viven cambios que pueden ser hasta cierto puntos conflictivos; pero también se dan los avances cognitivos más significativos, los cuales van a servir en la vida adulta. Entre ellos está la capacidad de razonar y reflexionar sobre sí mismo y sobre los demás, así como concebir distintas explicaciones posibles al mundo que los rodea. Lo que los lleva a una posición egocéntrica, es decir no tomando en cuenta los puntos de vista de los demás, así como provocar en el adolescente un exceso de confianza en sí mismo.

Este egocentrismo intelectual, es decir el de su pensamiento, se ve reflejado en su comportamiento como el que se denomina audiencia imaginaria, la cual consiste en la desmedida preocupación del adolescente por lo que los demás opinen de él, piensa que cada acción que realice será valorada, por lo que puede llegar a ser algo exhibicionista.
Otro aspecto de este egocentrismo intelectual, es la que se conoce como la fábula personal, que es la tendencia de los adolescentes a considerar sus experiencias, buenas o malas, como únicas e incomprensibles para los demás, en especial para sus padres; lo que los lleva a pensar que lo que les pasa, que pueden ser cambios, depresiones, rompimientos a morosos, solamente lo sufren ellos y nadie los puede comprender. De ahí que se sientan totalmente incomprendidos por la sociedad y por sus progenitores.

Entre todos los cambios físicos y psicológicos, la búsqueda de su identidad como seres que no encuentran su lugar dentro de una sociedad que los excluye, porque ya no son niños pero tampoco se les permite entrar de lleno al mundo de los adultos, les genera conflictos en la formación de personalidad; por lo que se enfrentan a una crisis de identidad.



IDENTIDAD.

La identidad es el resultado de la cultura, la sociedad, las experiencias vividas, el entorno familiar con el que ha sido rodeada una persona.



En la adolescencia, la identidad es un aspecto muy importante, pues es en esta etapa llena de cambios, en la que se desarrolla y se define la identidad, o sea comprende el pasado y las expectativas del futuro del joven inmerso en tantos cambios. En esta etapa los adolescentes se caracterizan por que experimentan una confusión con respecto al rol que desempeñan en la sociedad y en su entorno.
Porque ya no son niños y por tanto se les asignan más responsabilidades, pero no han llegado a la madurez de un adulto y no se les permite ingresar a ese mundo; por lo que ellos se quedan en medio con la crisis de no saber a que “lado” pertenecen, es decir que papel desempeñan dento de su familia y la sociedad si el papel de niño o adulto.
Por esa razón muchas veces toman una actitud de rebeldía hacia la sociedad y hacia sus padres, pero solo es una etapa de transición, que transcurre en lo que se encuentran ellos mismos como seres individuales. Para lo cual necesitan que la sociedad les provea de una diferenciación en cuanto a los roles que van a desempeñar, aminorando esa confusión, que puede llegar a convertirse en una crisis de identidad.

Entre las conductas que pueden presentar en el transcurso de esta crisis, es el rechazo a reglas sociales, a normas familiares, rebeldía, lo que puede provocar un rechazo y hasta una satanización de la adolescencia, como etapa de desarrollo.
Provocando que los jóvenes busquen la comprensión que la sociedad se ha negado a brindarles, en grupos con los cuales compartan ciertos rasgos o características, incluso ideologías similares con los cuales los adolescentes se sentirán cómodos y comprendidos, pero que pueden ahondar más ese rechazo a la sociedad y a sus padres. Abriendo una brecha muy marcada entre los adolescentes y el mundo adulto.




Por lo que la sociedad y la familia como institución, deben tener un acercamiento hacia sus jóvenes para evitar la exclusión de ellos en el entorno social, ya que el adolescente que lleva a buen término su crisis e identidad,es decir que logra conformar con éxito su identidad, tiende a integrar de manera correcta su personalidad y a ser seguro en sí mismo, mientras quien no logra esa cohesión puede sufrir retrasos en su maduración, lo que puede llegar a ser muy conflictivo en su vida adulta.


LA RELACIÓN CON LOS PADRES.

La adolescencia es un hecho complejo que vive tanto el adolescente como su familia. Los padres juegan un papel crucial en la formación social, cultural, psicológica, moral y hasta física en el desarrollo de los adolescentes. Por lo que es necesario que los padres y madres tengan conocimiento de lo que es la adolescencia para comprender actitudes y conductas de sus hijos adolescentes, con el fin de que puedan abordarlos en el plano afectivo social y educativo para que exista una armonía familiar.




La situación del adolescente frente a la familia es un poco confusa: por una parte está la emancipación progresiva de la familia, en su búsqueda de independencia, por lo que se cambian los lazos de la familia y muchas veces se produce un rechazo hacia los padres y en contra parte, el adolescente percibe que su familia es fuente de seguridad y ayuda, con miedo a perderla.
los adolescentes siguen siendo muy dependientes no sólo material sino afectivamente.
En esta etapa los adolescentes pueden ver a sus padres como anticuados o viejos, se tiene una visión más crítica y realista fundamentada en el conocimiento social que han adquirido. La idealización que se tenía de los padres durante la infancia va desapareciendo.
Por ello la adolescencia es un periodo difícil, tanto para los jóvenes como para sus padres, quienes tienen que resistir la rebeldía y desplantes de sus hijos. Una línea de solución está en la comprensión y el apoyo de la familia; este apoyo y comprensión debe producirse de manera sutil, es decir que el adolescente no lo perciba así, ya que de otra manera provocara el rechazo de esa ayuda, por parte del joven.
Es muy importante establecer un vínculo emocional entre los padres e hijos, ya que en gran medida de ello depende el desarrollo social de los adolescentes. Los adolescentes que se sienten capaces de contarles a sus padres sus temores, sus fracasos y sus aspiraciones sin ser juzgados, tienen mucho más posibilidades para convertirse en adultos seguros y buenas personas que aquellos adolescentes que sienten la necesidad de esconderles todo a sus padres.




El reto de los padres de un adolescente es mantener abiertas las vías de comunicación, trasladar sus inquietudes a sus hijos e hijas sin predicarles, aprender a explicar su postura sin menospreciar la suya, respetarles y conseguir que los respeten.

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